En general, la Sociedad Estadounidense del Cáncer no determina si algo causa cáncer (es decir, si es carcinógeno). En cambio, confiamos en las determinaciones de otras agencias respetadas, como la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, parte de la Organización Mundial de la Salud) y el Programa Nacional de Toxicología (NTP) de EE.UU.
En este artículo hablaremos de los alimentos y sustancias que se encuentran el grupo 1 en la categorías de la clasificación estándar de la IARC y que se define como “carcinógeno para el ser humano” Hay pruebas suficientes que confirman que puede causar cáncer a los humanos.
Es la primera categoria en riesgo de desarrollar algun tipo de cáncer, que puede variar y relacionarse con una sustancia específica, por ejemplo, inhalar vapores de aceites se relaciona con cáncer de pulmón.
1. Bebidas alcohólicas
El consumo de alcohol aumenta el riesgo de desarrollar algunos cánceres, en particular cánceres de boca, garganta, esófago, estómago, intestino, hígado y mama. Los cánceres orales son seis veces más comunes en los bebedores de alcohol que en los no bebedores.
Incluso beber pequeñas cantidades de alcohol aumenta el riesgo de cáncer y cuanto más se bebe, mayor es el riesgo.
Sin embargo, la evidencia sugiere que niveles elevados de consumo de alcohol (más de 4 tragos estándar por día) aumentan el riesgo de cáncer de estómago.
El tipo de alcohol que bebe (vino, cerveza o licores) no influye en el riesgo de cáncer. El riesgo de cáncer aumenta con cada bebida alcohólica que se consume y es acumulativo.
Las bebidas alcohólicas contienen etanol, que se sabe que es un carcinógeno, y hay varias formas en las que podrían causar cáncer. Por ejemplo, el etanol aumenta la cantidad de estrógeno en el cuerpo, lo que aumenta el riesgo de cáncer de mama (seno). La descomposición del etanol en el cuerpo también crea niveles altos de acetaldehído, una sustancia química que podría dañar el ácido desoxirribonucleico (ADN) y causar cáncer de hígado, cáncer de cabeza y cuello, y cáncer de esófago.
Debido a que el riesgo de cáncer aumenta según la cantidad de etanol que se consume, todas las bebidas alcohólicas presentan un riesgo. Pero el público es menos consciente de este riesgo en comparación con otros carcinógenos.
2. carnes procesadas
El consumo de carnes procesadas, como salchichas, jamón y embutidos en general, está asociado con cáncer colorrectal.
Las investigaciones actuales muestran que hay ciertas sustancias químicas en las carnes rojas y procesadas (tanto añadidas como naturales) que hacen que estos alimentos sean cancerígenos.
Por ejemplo, cuando una sustancia química presente en la carne roja llamada hemo se descompone en el intestino, se forman sustancias químicas N-nitroso que dañan las células que recubren el intestino, lo que puede provocar cáncer de intestino.
Estos mismos químicos también se forman cuando se digiere la carne procesada. Además, los conservantes de nitrito y nitrato que se utilizan para conservar la carne procesada producen estos químicos N-nitroso y pueden provocar cáncer de intestino.
3. Pescado salado al estilo chino
Este tipo específico de pescado salado está relacionado con el cáncer nasofaríngeo.
Específicamente por su contenido de nitrosamina la cual es una sustancia que se produce durante el curado del pescado.
Los experimentos de laboratorio en modelos de células humanas han demostrado una potencia inductora de mutaciones bastante alta en la nitrosamina. La transformación de células normales en células cancerosas es básicamente un proceso impulsado por mutaciones genéticas acumulativas.
¿Qué pasa con los datos de la vida real que relacionan la nitrosamina con el cáncer de nasofaringe fuera de un laboratorio?
Los estudios epidemiológicos han demostrado que la cantidad de nitrosamina excretada en la orina de las personas que viven en zonas de China con alto riesgo de cáncer de nasofaringe es significativamente mayor que en otras zonas.
Los diferentes métodos de curar pescado salado en diferentes partes de China producen diferentes concentraciones de nitrosamina en el pescado.
Curiosamente, las zonas que utilizan métodos asociados con una mayor concentración de nitrosamina en los peces tienen una mayor incidencia de cáncer de nasofaringe.
4. Aflatoxinas
Son toxinas producidas por ciertos hongos, que pueden contaminar cultivos como el maní, el maíz y las nueces. Las aflatoxinas están vinculadas al cáncer de hígado.
Las vías de infección por los hongos del género Aspergillus más frecuentes durante el cultivo son los estigmas durante la floración y las zonas dañadas por insectos, pájaros o roedores.
Las condiciones principales para que el hongo pueda infectar y producir la toxina son sequía y altas temperaturas (27 a 40°C) durante la polinización y la fase de llenado del grano. Noches cálidas (por encima de 21 °C) también aumentan el riesgo de contaminación por aflatoxinas.
Los alimentos típicamente más susceptibles a la contaminación con aflatoxinas son:
- Cereales procesados y productos derivados: Trigo, maíz, arroz, sorgo, centeno, avena, cebada, etc
- Frutos Secos y Frutas desecadas: maní, pistachos, higos secos y las pasas
- Semillas oleaginosas de algodón, pulpa de coco, girasol y soja
- Aceites vegetales sin refinar
- Especias: pimentón y la pimienta negra
- Productos de origen animal: carne y la leche obtenidos de animales alimentados con piensos contaminados
5. Humo de aceites de cocina a altas temperaturas
La exposición al humo de la cocina, especialmente de cocinar a altas temperaturas como freír con aceites no refinados, está vinculada con el cáncer de pulmón.
Los efectos de cocinar no sólo se transmiten a través de lo que comemos, sino también de lo que respiramos. En primer lugar, las estufas en sí mismas son una causa importante de enfermedades en los países en desarrollo. Cuando se utilizan combustibles sólidos como madera, desechos de cultivos y carbón vegetal, se puede acumular humo en el interior. Según la Organización Mundial de la Salud, es responsable de hasta 3,8 millones de muertes prematuras cada año.
Los vapores de la cocina contienen más de 200 tipos de gases nocivos e incluyen dos compuestos químicos específicos: hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y aldehídos, ambos conocidos como carcinógenos.
La clave está en tener un espacio para cocinar bien ventilado y no exponerse constantemente a estos vapores dañinos.
Edulcorantes y Aditivos Artificiales
Aunque existen preocupaciones sobre ciertos edulcorantes artificiales y aditivos, ninguno está actualmente clasificado como carcinógeno del Grupo 1 por la IARC. Algunos han sido clasificados en categorías inferiores (p.ej., posibles o probables carcinógenos), pero no en el Grupo 1.
Estas sustancias están clasificadas como carcinógenos del Grupo 1 basándose en fuerte evidencia de su carcinogenicidad en humanos. El nivel de riesgo depende de factores como la duración de la exposición, la intensidad y la susceptibilidad individual. Si tienes más preguntas o necesitas más detalles, ¡no dudes en preguntar!
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